"...Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente sus orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, la esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpaso en una sobrehumítica agopausa...en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias."
Cortázar, J (1963), "Rayuela" Cap. 68
1 comentario:
Ufff!
Las de veces que me extrayuxté y las que me paramoví !!
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